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12 FRASES DEPRESIVAS SOBRE LIBROS





Los amantes de los libros estamos acostumbrados a abrir las redes sociales y encontrar frases grandilocuentes sobre nuestra afición. Inspiradoras, positivas, a veces casi ñoñas e infantiles. Frases buenrolleras y agradables que nos iluminan con una sonrisa. Pero, ¿dónde están las frases lúgubres, tristonas y deprimentes sobre los libros? ¡Las hay!

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Lejos de hacer un copia-pega de una de esas bibliotecas de citas, frases y dichos, hemos cogido algunas de aquellas que transmiten pesadumbre y tristeza y las hemos comentado brevemente. Porque “la lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo” es muy bonita para un lunes, pero para compensar hemos traído “12 frases depresivas sobre libros”:


“Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía.”
José Vasconcelos




Vasconcelos, para quien no lo conozca, fue un escritor, político, funcionario, filósofo y otro montón de cosas más, todas ellas de relevancia para el México actual. No era una persona especialmente alegre, y de hecho buena parte de su obra apunta directamente a la amargura. Lecturas con regusto ácido.

“La obra clásica es un libro que todo el mundo admira, pero que nadie lee.”
Ernest Hemingway

En La Piedra de Sísifo hemos hablado largo y tendido sobre Ernest Hemingway. Desde cómo imitar su vida hasta cómo se batía a puñetazo limpio. Ernest no tenía pelos en la lengua, y tampoco tenía problema en declarar abiertamente que la gente pasaba olímpicamente de los clásicos. Cuando se convirtió en uno, probablemente le ocurrió lo mismo.

“No podemos arrancar una página del libro de nuestra vida, pero podemos tirar todo el libro al fuego.”

Aurore Lucile Dupin (George Sand)

La baronesa de Dudevant escribió mucho bajo el seudónimo de George Sand, pero se la conocía como “Aurore”. Tras separarse de su marido (en 1831) e incluso obtener el divorcio en (¡1836!) empezó a vestir como varón para poder recorrer a voluntad las calles parisinas. Lejos de convertirse en un augurio, jamás haría real su famosa frase sobre el suicidio. Falleció enferma, pero feliz.

“Los libros están para recordarnos lo tontos y estúpidos que somos.”
Ray Bradbury

A Bradbury se le conoce por su alegría, optimismo e ilusión por la vida. La depresión, el tormento, los vicios y las tragedias resbalaban sobre él, aunque de tanto en tanto se infiltraron en sus obras. Aquí y allá, salpicaduras de tristeza y conformismo ante distopías futuras cubrían sus poesías y novelas.

“Un libro es un regalo estupendo, porque muchas personas sólo leen para no tener que pensar.”
André Maurois

Hace tiempo escribí sobre cómo la lectura nos ayudaba a huir de un determinado estado de ánimo. Por supuesto, Georges Duhamel no estaría de acuerdo cuando dijo aquello de “Cuando se lee un libro según qué estado de ánimo, sólo se encuentran en él interpretaciones de ese estado”, pero su compatriota y coetáneo André Maurois (se llevaban un año y murieron a la misma edad) quizá me la diese:

“La lectura es a veces una estratagema para eludir pensar.”

Arthur Helps


¿Son los libros una forma de escapar? Arthur Helps pensaba que sí, pero solo en ocasiones, y escribió aquella lapidaria sentencia que aún conservamos sobre la lectura. En una onda parecida pero no similar, Francis de Croisset bromeaba al respecto de quien no puede permitirse otro tipo de ocio.

“La lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren.”

Francis de Croisset

“Leer demasiados libros es peligroso”

Mao Tse-Tung


Así, tal cual, sin anestesia ni nada, lo escribía Mao Tse-Tung (sí, ese Mao) durante el siglo pasado. Ya sabemos que leer en la cama fue considerado peligroso hace tiempo, pero aquí Tse-Tung se refería a la lectura en general. Sin duda la lectura implica riesgos, es un tema que hemos tratado con –lo sentimos– no demasiada profundidad. ¿Y si Mao tuviese razón? Azaña nos reconforta:

“En España la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro.”
Manuel Azaña

Azaña es conocido más como político que como autor e incluso periodista. Podríamos trazar una línea casi ininterrumpida de hasta dónde han llegado sus contribuciones en el área de cultura. Aún así, los españoles leían tan poco en su tiempo como en el nuestro, y a menudo bromeaba sobre ello al micrófono. ¿Tienes un secreto? Escóndelo en un libro, ningún español lo encontrará jamás.

“Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.”
Miguel de Unamuno

Ya resaltamos el pasaje una vez. Unamuno estaba convencido de que, si uno iba a leer poco, resultaba mejor que no leyese nada en absoluto. De lo contrario podría ser confuso y dañino para su mente. Sería el equivalente moderno de leer el titular de un periódico sin entrar al cuerpo. Y probablemente tenía razón.

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“Gran libro es la vejez. ¡Lástima que el hombre tenga que morirse cuando comienza a leerlo con provecho!”
José María de Pereda

Otro escritor risueño y dicharachero que nos alegra el día, nótese el sarcasmo. De Pereda lo tenía todo: una mente brillante, audacia, y la capacidad para reflejar sobre el papel sus ideas. También era una persona depresiva, realista hasta la irritabilidad (de quien lo acompañaba) y profundamente taciturno. ¿Lo peor? Que acostumbraba a tener razón, y en el caso de arriba acertó de lleno. Para cuando somos conscientes, es tarde, y ya tenemos la tragedia montada.
“La política no es una mala profesión. Si tienes éxito tienes muchas recompensas, si caes en desgracia siempre puedes escribir un libro.”
Ronald Reagan

El libro no como arte, sino como válvula de escape para fracasados. Decía el chiste que el mal escritor se hace crítico literario y acaba escribiendo más que el primero, y parece que por aquí iba Reagan. ¿Que tu carrera política te sale rana? Sin problema, material de primera para una mala biografía.

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|Samuel MartinsThought CatalogUs WahMarten Bjork
Fuente: La piedra de Sisifo




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