La acumulación de libros -aunque de cualquier otro tipo de objetos, también- es un fenómeno del que mucho se ha estudiado y que responde a un apego obsesivo por causas emocionales.
Pero mientras que muchos buscan con orgullo llenar sus estanterías de nuevos volúmenes en las mejores ediciones, hay quien sufre de un incontrolable deseo de comprar más libros de los que físicamente es posible leer en el transcurso de una vida.
Esta compulsión acumulativa tiene un nombre en japonés: ‘Tsundoku’ y se definiría como “El acto de comprar un libro, no leerlo y apilarlo junto a otros tantos”.
El término es muy antiguo y data de la época cuando en la antigua Inglaterra se creía que las personas que leían muchos libros podían contraer una enfermedad llamada ‘Bibliomanía’, una especie de locura temporal que les hacía cometer crímenes derivados de su amor desmedido a los libros.
Este japonismo ha pasado a diversas lenguas del mismo modo que lo hicieron palabras como karaoke, tsunami y otaku.
Además, se podría aplicar a los archivos y libros electrónicos que languidecen todos juntos -y sin leer- en los rincones de nuestras tablets, teléfonos, lectores electrónicos y ordenadores.
Por Gabriela Mosqueda
via fahrenheit
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