Helen Sotillo y María Murnau han unido fuerzas y talento para ponerle freno y visibilizar los micromachismos que campan a sus anchas (y por desgracia) en esta sociedad.
Según cuentan las creadoras del proyecto, Feminista ilustrada nació para dar un poco más de visibilidad a las situaciones de machismo cotidiano, ese que no se suele detectar a simple vista. Con tono irónico y humor, intenta ofrecer alternativas y consejos para evitar este tipo de actitudes, tanto para ellos como para ellas. Algunas ilustraciones también muestran como serían las cosas en un mundo al revés, donde las mujeres tuvieran esos comportamientos.
"El objetivo es hacer llegar a las personas menos cercanas al feminismo el mensaje de igualdad. Somos conscientes de que la palabra feminista tiene una connotación muy negativa. Los mitos que hay en torno al movimiento son muy dañinos. No se le da credibilidad y solo al escuchar ese término se crea una barrera invisible que impide comprender el discurso de una manera lógica.
Como nuestro público es amplio y diverso, intentamos que el discurso sea claro y directo. Principalmente que sea accesible para quienes no acostumbran a hablar de estos temas y, por tanto, no conocen los términos que habitualmente se usan. Para esto hemos creado también un vocabulario por si alguna persona quiere consultar el significado de alguna palabra de forma rápida."
Con el humor y la ironía como herramienta, las andaluzas tienen como objetivo arrojar luz y concienciar sobre esas situaciones diarias, que hasta hace bien poco, estaban totalmente asumidas en la normalidad social pero que hoy, y gracias a cradoras como ellas, hacen que resuenen en la conciencia general como algo totalmente injusto, estridente y antinatural contra lo que tenemos que luchar sin parar.
Fuente de este artículo: Cultura Inquieta
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